lunes, 3 de diciembre de 2012

La Filmoteca Vasca, el almacén de recuerdos


Solo se puede comenzar diciendo que la mayoría de nosotros, los alumnos de 4º de Periodismo de la Universidad del País Vasco (UPV-EHU), íbamos con una idea equivocada de lo que era la Filmoteca Vasca. Muchos creíamos que era un mero depósito de documentos cinematográficos y oficiales sobre el País Vasco, pero es mucho más que eso: es el lugar donde se atesoran numerosos recuerdos personales, documentos testigos de nuestra historia, de nuestra identidad. 

Pero no solo eso, se trata además de un "hospital de películas" donde se reparan esas piezas de antaño dañadas por el tiempo para que tengan un nuevo comienzo con la tecnología actual y no se pierda la historia que tienen que contarnos.

              Diferencia entre la parte restaurada y la no restaurada de un fotograma de la primera película sobre San Sebastián (1955)

Comenzamos la visita con la proyección de tres documentos muy valiosos que, creo yo, ninguno habíamos tenido la oportunidad de ver con anterioridad: la inauguración del campo de San Mamés en su partido contra el Irún en 1913; la primera película sobre San Sebastián datada de 1955, cuyo locutor, curiosamente, es Matías Prats; y el cortometraje denominado "Bucle", que participó en el Festival de Donosti. 

                          Parte de la película sobre la vida cotidiana de San Sebastián en la época estival (1955) con Matías Prats como narrador.

Más que un mero archivo
Después del visionado, pasamos a una sala, dónde había cientos de rollos almacenados. Allí, tuvimos la suerte de tener como guía a Peio Aldazabal, que nos contó cosas que iban desde las características de la institución, pasando por pequeños trazos de la historia del cine, hasta las diferentes propiedades de los distintos tipos de películas.

Y es que la Filmoteca Vasca cuenta con 7,5 millones de metros de película, o lo que es lo mismo, 2500 títulos de largometraje en 35mm. Pero también aceptan filmes de 8, super 8 o 9,5mm, es decir, las denominadas películas familiares. Aunque según explica Aldazabal, "de familiares no tienen nada". Muchas son verdaderas joyas, no hay que olvidar que se trata de piezas únicas, que forman parte de nuestra "memoria histórica". 

Sin embargo, no es el único archivo. Un segundo está en Eibar, donde guardan aquellas cintas que no son "de interés preferente" a 14ºC y 50% de humedad. El tercero está en Irún,  en el sótano del Palacio de Urdanibia , datado del siglo XVI, donde se almacenan copias especiales y negativos a una temperatura de 6ºC y 40% de humedad, lo que permite una conservación más prolongada.

Como última curiosidad, en algunas filmotecas de Estados Unidos, se guardan los archivos a temperaturas bajo cero y con los colores primarios desglosados, lo que permite que se mantengan en óptimas condiciones. Un ejemplo sonado de esto último,  fue la recuperación de la película del año 1939 "Lo que el viento se llevó", protagonizada por el célebre Clark Gable.

                                                                                Algunos rollos de película del archivo



África Baeta: "El periodista vive todo el día como un periodista"


África Baeta, presentadora del teleberri, puede que sea la periodista más conocida del País Vasco en la actualidad. Pero lo que no sabíamos es que también es profesora en la Universidad de Pamplona, donde cursó la carrera de periodismo.

Desde que iba a la universidad, tuvo claro que quería dedicarse a la televisión. Por eso, compaginaba las clases con prácticas. Su primera oportunidad la tuvo tras el casting para la televisión local de Pamplona, donde estuvo cinco años haciendo un magazine de tarde y como editora de informativos. Recuerda que fueron años duros porque el sueldo era escaso (menos de 20.000 pesetas al mes), pero que le sirvió para aprender porque se hacía de todo. Allí conoció a Emma García, presentadora que trabaja para Telecinco: "Emma tenía claro que quería irse a Madrid".

En ese momento es cuando nos instó visualizar un objetivo y a perseguirlo. Eso sí, teniendo en cuenta que "el periodista vive todo el día como un periodista", no es una profesión "en la que llegas, fichas y te vas", sino que "es una forma de vida".

Sin embargo, es consciente que la época en la que vamos a salir al mercado laboral es más complicada que la que ella vivió. Por esto, "se exige ir más allá", y aportar la "personalidad" de cada uno. Ese es el plus, "no vale con realizar el trabajo correctamente".  

Pone el énfasis en la iniciativa personal: "nunca te dirán que lo estás haciendo bien", argumenta, porque "nuestra profesión es una hoguera de vanidades", aunque por suerte cada vez hay menos "amiguismos".

También nos habló sobre su forma de trabajar, se nota que tiene pasión, que no la ha perdido con los años, pues habla con garra animándonos a continuar con nuestra vocación a pesar de la situación actual. 

Destaca la empatía, "si tu sientes la realidad la transmites mejor"; la visualización, o verse a uno mismo realizando el trabajo de forma exitosa, ya que "si vas pensando que lo harás mal, saldrá mal; y narrar las noticias como si se las contases a un amigo, porque "una cosa es narrar y otra cosa es leer". 

Por último habló sobre la objetividad. "Intento ser objetiva", dijo con convencimiento:  "Me frustra ver una entrevista con partidismos". Ella, tanto con el gobierno del PNV como con el del PSE ha intentado contar la noticia, aunque confiesa que muchas veces ha habido conflictos, por ejemplo, con el caso Egunkaria.


                                                         África Baeta durante la exposición hablando sobre la pasión en el trabajo